Tratamiento de xilófagos

Visión general

Las termitas y otros organismos destructores de la madera tales como la carcoma común, los hongos, etc., ejercen un rol muy importante en la naturaleza – descomponen la madera y otros materiales de las plantas, reciclando los nutrientes y devolviéndolos al entorno de forma que las plantas los usan para desarrollarse. En el ambiente urbano, de todas formas, las termitas y otros xilófagos no son bienvenidos. Pueden provocar pérdidas económicas significativas, afectar a los árboles, requerir el uso de insecticidas en cantidades importantes y afectar a la vida de las personas.

Los organismos más dañinos para las estructuras de madera son las termitas. En importancia le siguen los escarabajos siendo éstos, el grupo de insectos más importante que atacan a la madera. Basándonos en sus hábitos concretos y en los desafíos que presentan para su control, los escarabajos casi podrían encabezar el ranking de los organismos dañinos para las estructuras de madera.

Se producen pérdidas económicas en muchas zonas donde la madera, el hormigón y otros materiales entran en contacto con el agua de mar. Algunos moluscos y ciertos crustáceos que atacan a las maderas, son los que generan estos problemas. Los hongos también generan importantes daños en las estructuras de madera en áreas donde el clima es normalmente cálido y húmedo. Las esporas de los hongos de pudrición de la madera se encuentran en todas partes y están preparadas para germinar de forma instantánea en cuanto se dan las condiciones ambientales adecuadas para ello.

Encontramos hormigas carpinteras que emergen de estructuras de madera aunque en este caso no se alimentan de ella.

¡No existe una solución mágica para este problema! Se requiere usar diferentes estrategias de forma integrada, combinándolas de forma que se genera una metodología basada en la Gestión Integrada de Plagas que implica, a su vez, un control a largo plazo creando, así, una solución sostenible para la plaga de xilófagos que le afecta.

Tratamiento

No existe un único tratamiento que solucione todos los problemas relacionados con organismos que destruyen la madera. Existen diferentes estrategias de control dependiendo de las distintas plagas que les puedan afectar, de las zonas afectadas por las plagas y de las diferentes posibilidades de tratamiento. Normalmente deberemos usar diferentes herramientas integrándolas de forma que se desarrolle una estrategia sostenible y a largo plazo.

A continuación desarrollamos algunos ejemplos de las plagas de la madera más comunes.

A. Hongos de la madera

Los hongos de pudrición pueden provocar daños severos a las estructuras de madera, incluso en madera de secoya o de cedro. Cada año causan al menos tanto daño a las estructuras como las termitas. Todo lo que necesitan es una fuente de agua en contacto con la madera. La putrefacción se generará en madera no tratada que esté en contacto con el suelo, cemento u hormigón, o expuesta a una fuente de humedad como la generada por infiltraciones, escapes de agua o condensación. La madera mantenida siempre seca nunca se pudrirá.

Una vez ha comenzado la putrefacción en una pieza de madera, la proporción y extensión del deterioro que se producirá dependerá de la temperatura y de la humedad. En condiciones adecuadas, la mayor parte de las especies de hongos desarrollan cuerpos fructíferos de varias formas, colores y tamaños. Estos cuerpos fructíferos contienen una enorme cantidad de esporas microscópicas que actúan como semillas. Si una espora entra en contacto con un material apropiado (como por ejemplo madera húmeda), puede germinar y extender la infestación. Muchas personas presentan reacciones alérgicas a las esporas de los hongos.

Tipos de hongos de la madera

  • Hongo de pudrición blanca y marrón
    Los hongos de pudrición Blanca y Marrón se alimentan de la celulosa de la madera, un componente de la pared celular de la madera, dejando un residuo de lignina marrón, la sustancia que mantiene las células unidas. La madera afectada podrá verse debilitada incluso antes de que se vean signos de pudrición.
  • Hongos conductores de agua (pudriciones secas). La mayor parte de los hongos de pudrición no son capaces de conducir el agua muy lejos y tan sólo pueden atacar madera húmeda. Sin embargo, Poria incrassata, también llamada pudrición seca o el hongo conductor de agua, afectará a madera que normalmente no es atacada por los hongos de pudrición normales. La madera infestada por Poria a menudo se confunde con madera afectada por termitas subterráneas. Éste tipo de hongo puede transportar agua desde la fuente de humedad hasta unos nueve metros usando unas estructuras parecidas a las raíces llamadas rizomas. Atacan maderas blandas como las de pino, ciprés y abeto. Una vez establecido puede expandirse rápidamente por todo un edificio y destruir grandes áreas en suelos y paredes en tan sólo uno o dos años. Normalmente, las infestaciones de Poria comienzan en porches rellenos de tierra, en falsos techos o suelos técnicos húmedos y en lugares donde la madera está en contacto con la tierra, hormigón o ladrillos húmedos.
  • Hongos que manchan las que superficies – mohos. Los hongos que manchan las superficies y los mohos muchas veces se confunden con hongos de pudrición, y aunque pueden afectar al color de la madera, no provocan daños estructurales. La presencia de estos mohos y manchas, sin embargo, son una señal de que existen las condiciones favorables para que haya hongos de pudrición por lo que un tratamiento preventivo podría ser necesario. Además, los mohos pueden aumentar la capacidad de la madera para absorber humedad, abriendo así la puerta a un ataque de hongos de pudrición

B. Termitas

Las termitas son organismos primitivos, existen incluso desde antes que las hormigas. Por ello, quizás puede pensarse que las hormigas “adaptaron” su compleja estructura social “copiándola” de las termitas, y no al revés. Podemos observar que las termitas de hoy no son muy distintas de las que habitaban nuestro planeta hace muchos años.

Hablando en sentido amplio, las termitas puede dividirse en cuatro grandes grupos según la forma en que construyen sus nidos. Hay termitas de la madera húmeda, termitas de la madera seca, termitas subterráneas y termitas arbóreas. De las 2600 especies conocidas, sólo un pequeño porcentaje constituyen plagas reales. De hecho, hay muchas especies de termitas que no se alimentan de madera, sino de humus, hierbas o líquenes. Otras especies no sobreviven fuera de su hábitat natural en las selvas o en los prados.

Las termitas tienen una metamorfosis incompleta lo que las diferencia de otros insectos sociales como las hormigas o las avispas que tienen metamorfosis completa. Esto significa que el juvenil que emerge del huevo muestra muchas similitudes con su apariencia de adulto, y a través de una serie de mudas, irá creciendo en tamaño y adquirirá una apariencia de adulto de forma gradual.

Estos insectos están divididos en castas o grupos de individuos que tienen funciones distintas. Las termitas subterráneas tienen tres castas: obreras, soldados y reproductores. Las termitas de la madera seca y de la madera húmeda no tienen verdaderos soldados.

Las termitas obreras pueden separarse en dos grupos: termitas obreras que buscan alimento

que son estériles y termitas obreras funcionales que pueden ser machos o hembras. Estas últimas, pueden mudar a soldados, alados o reproductores secundarios según las necesidades de la colonia. Las termitas obreras mantienen la colonia, construyen el nido, lo mantienen, buscan alimento y alimentan a la colonia.

Las termitas soldados son estériles y tienen la única función de proteger a la colonia. El alargamiento de sus cabezas y mandíbulas es tal que las obreras son las que deben alimentarlas. Su número es muy reducido en comparación con el de las termitas obreras.

Las termitas reproductoras están representadas por reproductores primarios y secundarios. Los reproductores primarios son el rey y la reina que son los fundadores de la colonia. La reina puede vivir incluso más de 30 años. Los reproductores secundarios se producen en las colonias más maduras. Carecen de alas y producen huevos lo que hace posible el incremento más rápido del tamaño de las colonias viejas. Si los reproductores primarios desaparecen pueden ser sustituidos.

Los miembros de este grupo de insectos que producir mayores daños son los siguientes:

  • Termitas de la madera seca. Son un grupo de termitas que construyen sus nidos en el interior de madera no húmeda. Pertenecen a la familia Kalotermitidae, que abarca diversos géneros, y que se consideran termitas primitivas. El género de las termitas de la madera seca incluyen Cryptotermes, Neotermes, Glyptotermes, Incisitermes, y Kalotermes, pero la especie más extendida y conocida es probablemente Cryptotermes. A las termitas de la madera seca también se les llama termitas del polvo de los postes o de los muebles ya que a menudo se las encuentra infestando mobiliario diverso. Estas termitas que viven en el interior de madera que no tiene contacto alguno con agua, tienen la curiosa habilidad de metabolizar agua de la madera de la que se alimentan, absorbiendo y reabsorbiendo agua de sus heces, siempre en función de sus necesidades. En condiciones de alta humedad, las termitas de la madera seca excretarán heces líquidas, pero en condiciones de baja humedad, reabsorberán la humedad de sus intestinos y excretarán sus heces con forma de pequeña bolita. Estos excrementos son característicos de estas termitas.
  • Termitas subterráneas. Las termitas subterráneas son aquellas termitas que anidan bajo tierra. Las termitas tienen diversas formas de anidar, y hacerlo bajo tierra es la forma más común para muchas especies. Anidar bajo tierra tiene muchas ventajas, y algunas especies pueden adaptarse a convivir con humanos en ambientes modificados por ellos. Esta adaptabilidad hace que se generen conflictos con los humanos. No todas las termitas subterráneas son una plaga destructiva. Los tipos más destructivos son aquellos que pueden prosperar en áreas urbanas, construir grandes colonias, y sus nidos, al estar bajo tierra, no se ven y son difíciles de detectar. Desde sus nidos bajo tierra se mueven en todas direcciones buscando madera de la que alimentarse. Éstas termitas tienen el hábito de construir tubos de lodo que le sirven de refugio cuando tienen que exponerse al exterior. Estos tubos son claramente visibles en el caso de infestaciones importantes. Les permite a las termitas cruzar por zonas expuestas sin que sean vistas, a la vez que las protegen de la desecación. Debido a sus hábitats bajo tierra, su color es pálido. Las termitas subterráneas se alimentan principalmente de la madera primaveral, preferible respecto a la madera de verano que contiene lignina que les resulta más difícil digerir. Por lo tanto, la madera se daña en diferentes estratos o capas y típicamente hay tierra en las galerías.

C. Escarabajos xilófagos

Los escarabajos que infestan la madera en la naturaleza ayudan a reducir los árboles muertos de forma que pueda ser utilizada como alimento para las plantas. Sin embargo algunos escarabajos xilófagos pueden ser muy destructivos para la madera tanto en estructuras como en el mobiliario. Frecuentemente no es fácil encontrar adultos y/o larvas de modo que para detectar infestaciones nos basaremos en evidencias que permitirán identificar el tipo de plaga que les afecta. Las más importantes que debemos tener en cuenta son las siguientes:

  • Tipo de madera afectada: madera blanda o madera dura.
  • Edad de la madera: nuevo vieja.
  • Qué es lo que está siendo afectado: vigas estructurales, tableros, productos manufacturados, etc.
  • Agujeros de salida de adultos: controlar forma y tamaño.
  • Textura y forma del polvillo que encontramos en los túneles o galerías.
  • Contenido humedad de la madera

Lo principal es determinar, al menos, el tipo de familia de escarabajo que nos puede estar afectando. Una vez identificado decidiremos cual es la estrategia de control más adecuada para cada plaga.

Tipo de escarabajo Madera atacada. Parte y tipo Reconocimiento del daño
Agujeros de salida Galerías (túneles) Polvillo
Escarabajos anóbidos (Anobiidae) Carcoma común Albura de maderas duras y blandas: rara vez en el duramen Circulares: 1,6 a 3 mm de diámetro Circulares, hasta 3 mm de diámetro; numerosas; disposición al azar Polvo fino con gránulos conspicuos alargados, apiñado, sin cohesión
Escarabajos bostrícidos (Botrichidae) Albura de maderas duras principalmente; menos en maderas blandas Circulares: 2,5 a 7 mm de diámetro Circulares de 1,6 a 10mm de diámetro; numerosas; disposición al azar Polvo fino a grueso, muy apiñado; tiende a pegarse
Escabaros líctidos (Lyctidae) Albura del corte anular (y esparcido) sólo maderas duras porosas) Circulares: 0,8 a 1,6 mm de diámetro Circulares, 1,6 mm de diámetro; numerosas; disposición al azar Fino, tipo harina, suelto en los túneles
Barrenadores de las casas viejas (Hylotrupes bajulus) Albura de maderas blandas, principalmente pino Ovales: 6 a 10 mm de diámetro largo Ovales, hasta 10 mm de diámetro largo, numerosas en albura exterior; marcas onduladas en las paredes Polvo muy fino y gránulos diminutos; muy apiñado en los túneles
Picudos barrenadores de la madera (Curculionidae) Albura y duramen de maderas duras y blandas Irregularmente redondos y alargados Circulares, hasta 1,6 mm de diámetro Polvo muy fino y gránulos muy diminutos; muy apiñado

Existen otros insectos que afectan también a la madera como las hormigas carpinteras, la hormiga acróbata, las abejas carpinteras, y otros. Cada uno requiere de una identificación previa, que permita, posteriormente, diseñar la estrategia de control más adecuada para cada caso.

Cómo hacerlo

Una estrategia basada en la Gestión Integrada de Plagas seguirá los siguientes pasos:

  • Inspección minuciosa. Es muy importante determinar qué tipo de organismo destructor de la madera le afecta. Normalmente realizaremos inspecciones visuales, usaremos trampas, detectores de sonido, medidores de humedad, etc..
  • Determinar cuáles son las áreas afectadas. Tratar de identificar el origen de la plaga y actuar en consecuencia. Deberemos inspeccionar cualquier zona susceptible de estar afectada así como identificar si existen zonas afectadas y que pudieran necesitar tratamiento (o que tan sólo pudieran controlarse mediante medidas preventivas)
  • Decidir la mejor estrategia de control priorizando el uso de medidas preventivas o de medidas de exclusión. Existen muchas posibilidades: reducir la humedad, sellar grietas y agujeros, reparar fugas y goteras, asegurar que el agua fluye correctamente en caso de lluvia, etc.
  • Cuando debe realizarse un tratamiento primero usaremos la estrategia menos peligrosa para la salud de las personas, de la fauna no objetivo y que tenga menor impacto ambiental: uso de trampas, de biocidas biorracionales, estrategias biológicas, y cuando sea necesario, usaremos insecticidas o fungicidas químicos tradicionales.
  • Realizaremos un informe completo sobre lo que vamos a hacer, cómo y cuándo. Siempre deberemos asegurarnos de que todas las medidas de seguridad se reflejan por escrito y que el cliente las ha comprendido.
  • Explicaremos correctamente al cliente y en un lenguaje sencillo la estrategia que vamos a utilizar y las ventajas que aporta en relación a otras posibilidades. Formación del cliente.
  • Finalmente realizaremos inspecciones de control. Nos aseguraremos que la estrategia funciona correctamente y que las plagas están siendo gestionadas de forma adecuada satisfaciendo así, las expectativas de nuestros clientes. Nos aseguraremos de que cualquier medida estructural ha sido implementada, que funciona correctamente y que está bien mantenida.


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