- En Roma, Plinio el Viejo recomendaba su uso para sanar las mordeduras de serpientes.
- En Indica, los curanderos recomendaban su uso para controlar la epilepsia y hemorroides.
- La primera persona que se conoce que se ganaba la vida exterminándolos, fue un inglés John Southall, durante el S.XVIII usando un “licor” procedente de un antiguo esclavo jamaicano. En 1730 escribió un libro de 44 páginas llamado a Treatise of Bedbugs (un Ensayo sobre Chinches de Camas).
- Según la Universidad de Sheffield en UK, tener vello en el cuerpo disminuye las posibilidades de ser picado por una chinche de cama ya que el vello corporal tiene, entre otras, una función defensiva contra ectoparásitos.
- Las ninfas, saben cómo defenderse de machos adultos en sus intentos de aparearse. Para protegerse, emiten una señal química que interrumpe la acción de los machos. Esto se debe a que en realidad, a ninguno de los dos individuos les interesa aparearse con el otro ya que es completamente inefectivo desde el punto de vista reproductivo. La cutícula de la ninfa puede romperse y el adulto pierde esperma en el intento.
- Entre ellos, se produce una endogamia extrema teniendo así una diversidad genética muy baja. No encontraremos “dos familias” distintas que se apareen, sino que lo hacen entre ellos; de esta forma conservan los genes resistentes a los insecticidas.
- Gracias a un estudio de la Universidad de Florida, sabemos que una chinche adulta produce huevos (cantidad limitada) a pesar de haberse alimentado tan sólo durante 5 minutos/semana.
Barcelona, Octubre del 2014.